miércoles, 7 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN


CONVIVENCIA Y EXPRESIONES CULTURALES

ACT. 8

TRABAJO COLABORATIVO II
APORTE GRUPAL



JORGE  VARGAS


YENNY PARRADO



GRUPO:
207014 – 3



DOCENTE:
Sandra Acevedo





UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD
ESCUELA CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN - ECEDU
Programa de Especializaciones
Noviembre del 2.012

INTRODUCCIÓN


“La verdadera fuente de los derechos es el deber. Si todos cumplimos nuestros deberes no habrá que buscar lejos los derechos. Sí, descuidando nuestros deberes, corremos tras nuestros derechos, éstos se nos escaparán como un fuego fatuo. Cuanto más los persigamos, más se alejarán.” Gandhi

Las temáticas que nos ocupan en este segundo trabajo colaborativo son: las expresiones culturales, convivencia, los valores y los medios masivos de comunicación.
Al hablar de las expresiones culturales debemos abordarlas desde la diversidad cultural, como una característica esencial de la humanidad y un factor clave de su desarrollo. Colombia es un país reconocido por su compleja y rica diversidad cultural que se expresa en una gran pluralidad de identidades y de expresiones culturales de los pueblos y comunidades que forman la nación. Como lo plantea la Unesco, la diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad, patrimonio común que debe valorarse y preservarse en provecho de todos, pues crea un mundo rico y variado, que acrecienta la gama de posibilidades y nutre las capacidades y los valores humanos, y constituye, por lo tanto, uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las comunidades, los pueblos y las naciones.

La sana convivencia siempre ha estado amenazada en nuestro país, desde su formación como República siempre se visto envuelto en conflictos internos y desde hace mas de cincuenta años el país vive un conflicto armado de nunca acabar. Son muchas las causas que han originado esta situación de violencia interna, pero la principal es la desigualdad social, desafortunadamente nuestro país es uno de los mas desiguales del mundo, además de los modelos negativos que gracias a la globalización hemos incorporado a nuestra cultura urbana como son el “pandillismo” y la mal llamadas “barras bravas” y últimamente el famoso “matoneo”.

Los valores se fundamentan en la moral  y la moral es la base del concepto de convivencia. Los valores dependen directamente de las características sociales del entorno en el cual se forman; es decir que en la medida en que existan transformaciones sociales determinantes, del mismo modo se verán afectados los valores. En la medida que una sociedad incorpore a sus vivencias y sistemas de comportamiento y de creencias valores negativos y antivalores, será una sociedad en decadencia.

Finalmente los medios masivos de comunicación en poco o en nada han contribuido a fortalecer una sana convivencia y a la promoción de valores su mayor preocupación es el “raiting” sin tener nada de escrúpulos en como se logre, solo basta oir las emisoras de radio en sus programas matinales con su leguaje ordinario, vulgar, y de doble sentido y ni que decir de la televisión que en sus “reallities” se le hace apología al culto del cuerpo, la mentira, el engaño y la trampa.

OBJETIVOS


OBJETIVO GENERAL

Indagar acerca de los conceptos relacionados con convivencia y cultura que contribuyan a la construcción social con el fin de generar reflexión sobre ello en nuestra gestión como educadores.


OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Abordar el concepto de convivencia desde diferentes perspectivas relacionadas en el módulo de la segunda Unidad con el objeto de realizar un cuadro sinóptico en el cual se evidencie la diferencia de los conceptos centrales.

  • Conocer y analizar el papel de los Derechos Humanos en la convivencia vista desde el interior del país  para presentar un documento argumentativo del tema.

  • Investigar la teoría de las culturas Híbridas del autor Néstor García Canclini para realizar un collage en el cual se evidencie el papel de los medios en la constitución de lo que se llaman culturas Híbridas.

CUADRO SINÓPTICO


EL PAPEL DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LA CONVIVENCIA


La teoría y la práctica de los Derechos Humanos se han transformado en el punto de encuentro y de convergencia de los individuos, grupos y pueblos, mas allá de diferencias de culturas y visiones del mundo, podría afirmarse que los derechos humanos constituyen hoy un código universal de conducta.
También en nuestro medio se ha venido consolidando la tendencia de la gente común a expresar su inconformidad y protesta en el lenguaje de los derechos: los campesinos que sufren la violencia de la guerra, los indígenas sin tierra, los asalariados y obreros, los habitantes de los barrios marginados, todos ellos apelan a la dignidad vulnerada o al derecho a la vida, amenazados por los actores de  la violencia o por la desidia o ineficiencia del Estado.

Los Derechos Humanos se convierten entonces en ese catalizador, en ese escudo donde la población vulnerable encuentra protección. En Colombia, actores tan distintos como la iglesia, los grupos insurgentes, los paramilitares, los funcionarios públicos o los gremios, acuden por igual al lenguaje de los derechos para reclamar sus pretensiones eso puede ser explicable a la existencia de concepciones encontradas acerca de los derechos fundamentales.
Los derechos humanos responden a las exigencias humanas universales de respeto y solidaridad; de ahí que todo ser humano, por el simple hecho de humano, tiene derecho a que se le trate con igual consideración  y respeto, a que se le respete su vida, su integridad, su libertad y su propiedad: La garantía de esos derechos son la razón de ser de cualquier sociedad civilizada.
La tolerancia abre el camino a la libertad de conciencia y a la autonomía  moral, además ha desempeñado un papel importante en la consolidación de los derechos propios de la tradición de Occidente, en especial al de la libertad de conciencia y expresión, o de la libertad en cuanto a prácticas y formas de vida. Sin embargo, la apelación a la tolerancia resulta a menudo ambigua y termina siendo un ideal ético a la hora de pautar las relaciones de convivencia con el otro.
Por lo general, solo se tolera lo que se considera que esta mal, y se habla de tolerancia solo frente a asuntos desagradables, como por ej. la subversión, la prostitución o la orientación sexual. Los críticos de la tolerancia han hecho notar también que el precio a pagar por una actitud tolerante parecería ser la renuncia a cualquier convicción firme o a un compromiso serio con una verdad, una fe o un partido. La actitud tolerante adquiere en cambio un rasgo moral distinto cuando se articula con el reconocimiento de unos derechos básicos del individuo a la libertad de conciencia y expresión, y a la búsqueda autónoma de felicidad.

En este caso resulta más apropiado hablar de respeto por la dignidad del otro, una actitud que conserva el núcleo racional de la tolerancia e integra la lucha contra el fanatismo, con una disposición respetuosa y solidaria con sujetos o grupos diferentes en cuanto a credos religiosos, culturas o formas de vida. No molestar a nadie por sus opiniones es un paso importante, pero no suficiente: se requiere además el esfuerzo por comprenderlo en sus diferencias, percibidas ya no como una amenaza sino como una posibilidad de enriquecimiento de lo humano. No obstante con sus limitaciones iniciales, la idea de tolerancia resulta fundamental para lograr avanzar en el camino de la consolidación de una cultura de los derechos humanos.

Por lo tanto “Los derechos humanos son demandas, sustentadas en la dignidad humana, reconocidas por la comunidad internacional, que han logrado o aspiran a logar la protección del ordenamiento jurídico y que por esto se convierten en diques frente a los desmanes del poder. El reconocimiento de la dignidad humana, supone la superioridad axiológica de la persona frente a cualquier otro bien o interés social. En consecuencia, tal superioridad implica una reestructuración de las estructuras sociales, pues cualquier organización política que diga fundarse en los derechos humanos debe poner siempre por encima de toda consideración, las defensa de la dignidad de todas y cada una de las personas que la componen” (Zuleta E., 1996).
Los derechos humanos se han transformado en una alternativa a la ley del más fuerte y en un recurso de protección para los más vulnerables. Se ubican así en el cruce de caminos entre moral, derecho y política, entre las exigencias éticas y la necesidad de transformar una aspiración moral en un derecho positivo.

Colombia por ser un país tan diverso social culturalmente hablando, los derechos humanos se han convertido en la herramienta principal para lograr que grupos y comunidades marginadas que han sido tratadas de manera discriminatoria logren el reconocimiento, respeto e inclusión social es el caso de las comunidades indígenas, la comunidad afrodescendiente y la comunidad LGBTI, aunque aún queda mucho camino por recorrer.
Ahora que se ha visibilizado el problema del “matoneo” física y virtualmente, la escuela debiera ser el nicho principal donde se enseñen y promocionen las prácticas de convivencia.

El papel de las escuelas en la educación de las personas, es vital para la formación de seres humanos incluyentes, con acciones que reconozcan la equidad, la democracia y la solidaridad; con interacciones, donde el otro o la otra, sean reconocidos como seres legítimos en las prácticas de convivencia, “Las práctica de la convivencia implica reconocer la heterogeneidad, la multiplicidad, la pluralidad en la diversidad humana, asumiendo los modos de vivir del ser humano. Multiplicidad que se expresa en las interacciones sociales, las representaciones y las formas de actuar en los contextos sociales” (Zuleta E., 1996).

CULTURAS HÍBRIDAS


Cultura hibridas es un concepto que refiere a una especie de reestructuración societal y como un tipo de movimiento social transitorio. Canclini interpreta la hibridación cultural como “una interpretación útil de la relaciones de significado que se han construido a través de la mezcla” por lo tanto trasciende los procesos de mestizaje, creolización y similares.

Su hipótesis tiene que ver con la influencia que ha ejercido la modernidad en donde lo tradicional y lo moderno se mezclan y en este caso los medios de comunicación tienen mucho que ver, también hace énfasis en la mirada transdisciplinaria para explicar el por qué coexisten culturas étnicas y nuevas tecnologías. “En las actuales condiciones de globalización, encuentro cada vez mayores razones para emplear los conceptos de mestizaje e hibridación. Pero al intensificarse la interculturalidad migratoria, económica y mediática se ve que no hay solo fusión, cohesión, osmosis, sino confrontación y dialogo. En este tiempo en que las decepciones de las promesas del universalismo abstracto han conducido a las crispaciones particularistas (Laplantine-Nouss), el pensamiento y las practicas mestizas son recursos para reconocer lo distinto y elaborar las tensiones de las diferencias. La hibridación, como proceso de intersección y transacciones, es lo que hace posible que la multiculturalidad evite lo que tiene de segregación y pueda convertirse en interculturalidad. Las políticas de hibridación pueden servir para trabajar democráticamente con las divergencias, para que la historia no se reduzca a guerras entre culturas. Podemos elegir vivir en estado de guerra o en estado de hibridación” (Canclini N., 2001).

CONCLUSIONES


La vitalidad de la cultura colombiana radica precisamente en su diversidad, el patrimonio más valioso de la nación. Afrocolombianos, raizales, palenqueros, rom o gitanos, pueblos indígenas, comunidades campesinas, mestizos, y comunidades originadas en migraciones externas enriquecen el mosaico cultural del país. De acuerdo con el censo del año 2005, viven en el territorio nacional 84 pueblos indígenas distribuidos en 704 territorios colectivos conocidos como resguardos; existe una población afrodescendiente con una participación superior al 10% de la población nacional y hay más de 150 territorios colectivos de comunidades negras tradicionales en la región del Pacífico; igualmente coexisten comunidades rom o gitanas, más de 60 lenguas nativas e innumerables comunidades locales de población campesina. Los anteriores son sólo algunos referentes básicos de una nación pluriétnica que se construye en la diversidad.

Todavía persisten entre la población prejuicios y prácticas de discriminación y exclusión social por razones de pertenencia étnica, género, credo, características físicas y culturales y orientación sexual, entre otros factores. El Estado está en mora de implementar programas de atención diferencial a cada una de estas comunidades.
Dado el auge de las cultura urbanas y al fenómeno del “matoneo” el Estado debiera como parte de sus políticas educativas incorporar al pensum académico en todos los niveles la cátedra obligatoria “cultura para la convivencia ciudadana”.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


·         E. Zuleta, (1991) Colombia: violencia, democracia y derechos humanos,  Altamir Ediciones, Bogotá.

·         García Canclini N., (2001), Culturas hibridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad, Paidós, Buenos Aires.

·         Martin-Barbero, Jesús. (2.007), Seminario Internacional sobre diversidad Cultural. Recuperado el 29 de Octubre del 2.012 en:

·         Universidad Nacional Abierta y a Distancia. UNAD, (2.012).Modulo de Convivencia y expresiones culturales. Recuperado el 29 de Octubre del 2.012 en: http://66.165.175.206/campus14/file.php/88/Modulo_Convivencia-1.pdf

·         Universidad Nacional Abierta y a Distancia. UNAD, (2.012). Guía de actividades Trabajo Colaborativo I y rúbrica de evaluación. Recuperado el 29 de Octubre del 2.012 en: http://66.165.175.206/campus14/file.php/88/TRabajo_colaborativo_2._Activ_8.pdf \

·         Universidad Nacional Abierta y a Distancia. UNAD, (2.012). Protocolo Académico. Recuperado el 29 de Octubre del 2.012 en: http://66.165.175.206/campus14/mod/resource/view.php?id=6314


FUENTES CIBERGRÁFICAS

·         www.defensoriadelpueblo.gov.co